Dos hermanos vieron a un mendigo que dormia en el atrio
de una iglesia.
Uno de ellos se aproximo al pobre hombre y quiso despertarlo
para ofrecerle una limosna.... Su hermano lo detuvo diciendole:
-''No hagas eso, dale lo que quieras; pero deja que ese infeliz
duerma tranquilamente"-
-''Y quien le dira entonces a ese hombre que yo le he socorrido?"-
-''Nadie, pero tu conciencia lo sabra, y eso basta"-
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