Al anochecer, vestida de brisa,
quizas me acerque a tu tibio lecho,
tu creeras que te hacen caricias
mis sutiles dedos que palpan tu pecho...
Puede que imagines palomas mis manos,
en suave aleteo rozando tu cuerpo,
el sabor a fresa que quedo en tus labios,
es certificado de que hubieron besos...
La forma mimosa de estar arropado,
con finos bordados en torno a tu cuello,
sabanas de seda sobre tu costado,
languidos los brazos, revuelto el cabello...
Guardaran tus sienes el tenue contacto,
y los susurros de noche insomnes,
aquella promesa de que el nuevo dia,
disipara sombras, dudas y temores...
Se acomoda el sol bajo las cortinas,
dando a la pared, su limpio reflejo,
ya el despertador, con sus campanillas,
le abre la puerta del dia a tus sueños...
En esos momentos, abriras los ojos,
alargas tus brazos, queriendo atraparme,
en semi inconsciencia buscaras mi cara,
que se desvanece flotando en el aire...
Buscaras señales de que te he querido,
en la turbia imagen que te da el espejo,
rara sensacion, ansiosa y extraña,
creerme tan real, cuando soy un sueño...
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