Thursday, August 23, 2012

LOS SUEÑOS DE GLORIA...

Es raro que una persona que haya vivido en el barrio madrileño, en los años 50,
no recuerde a Gloria Dominguez Carpio. Era una mujer muy poco agraciada,
solterona, y sin ningun pretendiente, se ganaba la vida fregando suelos, no tenia
familiares cercanos ni amigos, su casa era una habitacion sin ventanas y, en
resumen, su existencia se limitaba a trabajar y a dormir, pero todos la
envidiaban. Se le veia feliz siempre.
Algunos de los que rozaron por un instante la vida de Gloria, no perdieron la
oportunidad de preguntarle (con mas indiscrecion que sutileza) ''Cual era la
razon de su desconcertante estado animico" y, esta era la respuesta de la
Señorita Dominguez:
-"La gente me tomaba por una jovencita loca, por una loca clinica, mas no
desgraciada. No lo decian, pero sus miradas bastaban. Ademas, se despedian
de inmediato, y no volvian a tocar el tema. Explicarles que mi alegria se debia
a la ilusion de llegar a casa para dormir cuanto antes y asi soñar el mayor
tiempo posible, les parecia demencial.''-
Ella no recuerda desde cuando empezo a vivir en sus sueños. Tambien
asegura no conservar imagenes de sus primeros años en casa de sus
padres. Le gusta creer que llego a ese mundo perfecto por casualidad,
gracias a su curiosidad infantil. Sin embargo, Andres Blanco, ex empleado
del clausurado Orfelinato Santa Maria, donde ella se crio, plantea que fue
el dolor profundo y constante, lo que la llevo arefugiarse en la fantasia.
En todo caso, mas alla del origen, lo relevante en su juventud era su
presente. Y el presente no es algo que se ve o se toca o que esta en el
entorno, sino aquello que se siente y se percibe. Por eso mismo su
felicidad era tan real.
En los años 50, al salir del trabajo, Gloria evitaba cualquier tipo de
contratiempo para llegar a su casa. Una vez ahi, se quitaba los zapatos
en la entrada, abria el baul que contenia las conservas, sacaba una,
cogia la barra de pan, cortaba un trozo, ponia una fruta junto a su plato,
y comia lo necesario. Tras terminar, colocaba los utensilios sucios en
un barreño que poseia una tapa hermetica para contener los olores.
Despues, salia al pasillo, entraba al baño comunitario. Ya bañada y
en pijama, se iba directa a la cama. Esa rutina la seguia de lunes a
viernes. El sabado se despertaba a las 10 de la mañana, tomaba
desayuno, realizaba las compras de la semana, lavaba todos los
utensilios y la ropa, limpiaba la casa, comia algo mas contundente
que los otros dias, salia al pasillo, entraba al baño y finalmente se iba
a dormir, hasta el lunes, dia en que se levantaba un poco antes de
lo habitual, para recoger la ropa del tendedero.
Su casa era una habitacion de 12 metros cuadrados, donde al apagar
la luz, era imposible distinguir si era de dia o de noche. Tenia un colchon
muy comodo, (colocado directamente sobre el suelo) un armario salido,
el baul de las conservas, una caja con utensilios, el barreño y una
pequeña mesa personal de 20 centimetros de altura, sobre la que estaba
el frutero y la panera, nada mas, ni siquiera polvo.
Apenas se acostaba entre las delicadas sabanas, Gloria despertaba 
junto a su marido, y hacia el amor, sintiendo las caricias de los primeros
rayos del sol. Despues alistaba a sus dos hijos para ir al colegio, 
mientras el, les preparaba la merienda. El resto del dia lo iba construyendo
a su antojo. Pero no siempre fue de ese modo. Al comienzo dedicaba
mucho tiempo a concentrarse en algo especifico, para soñar con ello,
y a menudo no resultaba. Cuando eso le fue facil, empezo a manipularlos
desde adentro, en sus duermevelas, cosa que le cansaba muchisimo.
Con los años, aprendio a vivir dormida. Aquel proceso, fue de la mano de
el tipo de sueños que creaba, pasando de princesas y hadas a una vida
real perfecta.
El lunes 9 de marzo de 1959, dentro de su rutina, Gloria conocio a un
austuriano que la comenzo a querer, aunque para ella solo era un
contratiempo. El no desistio, cada dia se enamoraba mas de la felicidad
que transmitia, y se lo hizo saber con cientos de detalles y algunas
palabras. 
-''Solo por escucharlo, llegue hasta sentirme infiel con el hombre que
me habia dado 2 hijos en mis sueños, se que puede parecer ridiculo,
... Teniamos una relacion de casi 7 años!! una relacion preciosa, ideal"-
Un dia de repente, Gloria acepto salir con el pretendiente, tambien acepto
casarse con el y emprendieron una nueva vida en Asturias.
-''Que se va hacer, me enamore, yo queria al padre de mis hijos, lo queria
mucho, pero no era la clase de amor por la que eres capaz de dejarlo todo,
tu armonia, incluso tu felicidad"-
Actualmente Gloria Dominguez, sigue casada en Asturias, y tiene 3 hijos,
y 5 nietos, inscritos en el registro civil español.
Asegura que todas las noches continua viendo a sus otros 2 descendientes,
que aun no le han dado nietos.

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